De Yo: de la opinión (cuatro).
La opinión no crea…, sólo crea la certeza.
Y así cuando no se crea opinión…, ésta…, no se altera…, pudiéndole caer a una opinión tanto tiempo como tiempo tenga. Y no es por otra cosa por lo que se da tanta opinión retrógrada…, tanta opinión tan tonta como solemne…, que de las tontas…, las solemnes suelen ser de las peores.
Es tan patético que…, dándose certezas desde tiempos más recientes…, se conservan las más lejanas por extraviadas y comunes…, caso que sólo puede suceder por interés. Pues dándose saber…, que se divulgue estupidez…, o tanta necedad…, ha de tomarse por algún tipo de provecho…, provecho que prueba que toda difusión de opinión pasa por interesada. Y así no sólo no se crea…, no…, sino que de la creada se toma la menor…, que son dos.
Y así escenarios que podrían pasar por increíbles se vuelven tan comprensibles como penosos…, escenarios de hoy.
Veamos algún ejemplo.
Obama no puede pretender que su reforma de la sanidad salga adelante sin crear sobre toda opinión vigente en USA. Pues si lo que hace es adaptarla a la opinión…, sólo la rebajará hasta el grado actual de esa opinión que…, puede ser…, muy bajo. Esto es…, tendría que ir desde el primer momento creando opinión… No sé si lo hizo…, lo que sí se puede deducir es que los medios de divulgación parecen no haber estado de parte de esa creación…, y en vez de fomentar creación se han dedicado a tontear con la opinión ya establecida.
¿Cómo se traduce?
Se vive mejor de la opinión que de la creación.
Y así los medios alimentan más la opinión que la crean…, pues comen de ella.
¿Qué se nota?
Se nota que las elecciones en USA las ganó Obama…, pero muy pocos congresistas o senadores demócratas. Pues son de un criterio tan endeble que pasan ante la opinión pública…, formada ya…, por influenciables marionetas. Obama ganó con su equipo…, su equipo más inmediato…, y lo que ganó lo está perdiendo con lo más común y menos creativo del partido demócrata…, carente del más mínimo carisma y temeroso de toda opinión… Y así su única correa de transmisión…, de formación de opinión…, se vuelve lodo que se lo traga todo.
Da cosa pensar que los únicos convencidos de la reforma sanitaria en USA son Obama y Hilary Clinton… Sin partido…, sin medios de comunicación…, y si me apuran…, sin ni administración… Pues para crear una opinión hace falta el esfuerzo de todos.
Eso a lo que llaman cuarto poder sólo es válido para los escándalos…, para la información…, que en realidad es su único justificado…, carente de tal…, los medios de comunicación no pasan de prensa rosa. Información no creación…, que son dos…, y muy distintas.
Y así la opinión…, hoy…, y por ausencia de creación…, no pasa de ser un fenómeno más de pueblo…, esto es…, de una opinión del diecinueve.
Veamos un ejemplo local.
Una diputada llama a Zapatero “gallego”.
¿Qué prueba?
Que sólo una mente de pueblo puede utilizar tal gentilicio para distinguirse de otro. Podría llamarlo “vasco”…, pero no…, la popular Díez…, con tal apellido se cree vasca…, cuando a juzgan por tal vocabulario y pensamiento le separa una o dos generaciones de la montaña o estepa…, que a mí los abusan del término pueblo no me engañan…
Y es que Zapatero debe ser del Bierzo…, y si no es gallego es de milagro…, y Díez…, si me apurran…, a ojo…, debe ser el resultado de una repoblación manchega…, extremeña…, o andaluza…, hecha con gallegos.
Tiempos en los que el gallego era la lengua culta de esta península…., y sus genes…, los más reproductivos. Y es que el gallego emigra desde la Edad Media.
¿Cómo se traduce?
Contamos en este país con algún diputado o diputada…, que debe hallarse entre lo más vulgar y común que pueda darse en esta Tierra…, auténticas momias del diecinueve… Momias que parece ser aún hay quien vota. Prefiero mil veces las faraónicas…, tienen más tiempo y se conservan mejor…, al lado de éstas se presentan más frescas…, y de hoy.
Nefertiti era la mujer de Akenatón…, y debió muy moderna…, vivió un tiempo…, un arte…, que no se volvió a dar en la historia…, pudo ser…, pues nada le faltaba…, faraona.
Esta Díez no podría pasar nunca de la mujer de Algarrobo…, lo que da de opinión…, y de opinión pública. Todo es un cocido.
Veamos otro ejemplo…, relacionado…, pero más amplio…, en un espacio de lengua.
Leo…, y lo doy literal: “La RAE introduce connotaciones negativas a partir de 1936. Fue en ese año cuando se define gallego como "mozo de cuerda", o lo que es lo mismo, esclavo. Esta acepción se retiró en 1970 por mediación de Camilo José Cela, pero en 2001 se volvieron a introducir las definiciones de "tonto" y "tartamudo" en el diccionario académico”.
La RAE prueba su lema: «Limpia, fija y da esplendor».
Señor…, ahora entiendo como es que no sale mi nombre en ninguna de sus entradas. Acabarán por hacer académica a la novia del Algarrobo…, y por título…, porque por creación va a ser muy difícil. Pues tal concepto mental es imposible que llegue a crear nada ni en diez mil años de vida que se le pudiesen otorgar…, pues el concepto de pueblo…, entierra.
Y es que las academias no crean nada…, a lo más que llegan es a limpiar o ensuciar…, fijar…, y a absolutamente nada más. El esplendor…, es cosa de autor. Cosas que hay que dejar a Cervantes y a Gonzalo…, en otras manos corre…, cualquier lengua…, peligro de extinción.
Lo de tonto lo entiendo…, no hay parte de este planeta en los que no se dé tal condición…, esa Díez lo prueba…, pero lo de tartamudo me supera…, y es que hay que ser académico para fijar tal suceso y darlo por limpio. Propongo desde aquí nombrar a la susodicha Aurora…, o…, Rosa…, qué más da…, como presidenta de la RAE.
Señor…, joder con los conceptos de pueblo. Y su divulgación.
jueves, 4 de marzo de 2010
De Yo: de la opinión (cuatro).
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