Naturaleza: Aclarado.
Somos naturaleza y de ninguna otra manera podemos vivir.
Sin terremotos…, sin volcanes…, sin tormentas… ¿Cómo podría darse la vida? Más…, es condición mínima…, y hasta la fecha…, única…, pues nuestra atmósfera es el resultado de ese estadio…, de esa suerte…, de ese calor.
Más…, no hay condición natural mala para la especie…, si se diese sólo una…, es muy posible que la especie no surgiese. Y así…, si se da…, es porque su relación con todo es de lo más natural.
Hasta los virus…, que para cualquier especie puede cumplir la función de fortalecerla…, de estimular sus defensas. No se da ni una mala bacteria. Todavía más…, lo que entendemos hoy por enfermedad no es más que un grado o estadio de ignorancia…, que algún día no se tendría que dar más que como prueba a superar.
No resta aún mucho curso…, pero es indispensable disponerse en él…, y así cualquier ejercicio que se presente par a la naturaleza siempre contará con un viento a favor…, terrestre y cósmico.
Si nada es aparte…, en todo residirá siempre la solución. Y no hay más todo que la naturaleza…, que implica tanto la nuestra como la de todo dios. Creación no puede dejar de ser creación.
Si el único sentido es el que nos dirige hacia todo y el todo…, cualquier otro sentido no puede pasar más que por sin sentido…, y su fin…, la nada.
Fíjense en esta metáfora: Haití tembló por sólo un bostezo…, natural. Y es que la naturaleza…, por infinita vigencia desconoce los términos humanos de sorpresa o traición. Como única verdad se presenta siempre como evidencia. Con una claridad tal que sólo un mal pensamiento o pensamiento obtuso podría oscurecer.
Tienen que entender esto…, mientras se interprete mal nunca llegaremos a comprenderla…, y con ello…, jamás nos comprenderemos. Simple: nunca nos podremos ver fuera…, fuera de ella. Pues todo lo que puedan llegar a imaginar no podrá ser otra cosa o ser que naturaleza…., por muy monstruoso que a primera vista parezca…, o virginal.
Si no principiamos por aceptarnos como somos…, como lo que somos…, no podremos más que vivir en el imposible de una enajenación que por no saber ni lo que es ni dónde está siempre tendrá enfrente y no a favor lo natural. Que ya son ganas de complicar toda vida…, todo sentido…, toda naturalidad. Algo que no puede ser más que una barbaridad.
Mismo ejemplo… El desarrollismo incontrolado de Haití…, como de cualquier otra parte de este mundo…, en el que todo vale…, todo menos lo más natural…, termina en barbarie…, y un latido de la naturaleza es suficiente para devolvernos un mínimo sentido y así asesarnos…, recordándonos al tiempo el único camino…, que es natural o no podrá pasar nunca de bobada.
Cuando se entiendan los volcanes…, terremotos…, y tormentas como señal inequívoca de vida y recuerdo permanente de que todo curso ha de presentarse par a la misma…, seguro que nuestras actuaciones se tornarán de un auténtico rigor natural…., dando lugar a unas construcciones de pensamiento y cosa infinitamente más sólidas, pues tanto pensamiento como cosa será par a cualquier condición natural…, a toda condición natural…, fenómeno único a observar con calidad.
De Gonzalo.